Reflexiones

El proyecto federal Tren Maya ha sido muy polémico desde su inicio y ha genrado muchas reacciones adversas por parte de diversos sectores; sin embargo, nuestro trabajo de campo en los poblados y comunidades de Quintana Roo nos mostró que hay una gran expectativa y de hecho una gran necesidad de que se haga algo.
No hay fuentes de empleo, en el centro y sur del estado, sobre todo y las personas, en especial los jóvenes, se ven obligados a abandonar su tierra en busca de oportunidades, o bien a trabajar para los grupos delictivos, que son los únicos que ofrecen trabajo en realidad.
Las personas nos expresaron su esperanza de que la situación cambie con este proyecto, que haya empleos y que puedan desarrollar otras actividades, no sólo ya trabajar en el campo, sino también en el turismo, ya que en todas partes hay atractivos que pueden ser turísticos si se cuenta con un mínimo de capacitación y de infraestructura.
Sin embargo, la planeación de las estaciones se hizo desde el centro y sin conocimiento real de la región, por eso se programaron unas estaciones que no son las más convenientes y no se tomaron en cuenta otras posibilidades.
No podemos esperar a ver qué hacen y luego quejarnos, debemos involucrarnos y presentar los argumentos necesarios para que se lleve a cabo el proyecto de la mejor manera; es nuestro estado y es nuestro problema, debemos involucrarnos y expresar lo que sea necesario expresar.
Consideramos y estamos fundamentando con nuestra investigación, que no debe haber una estación en Bacalar. La laguna no aguanta más, no puede haber un crecimiento demogafico y urbano que a mediano plazo acabará con nuestra laguna. 
Por otra parte, si el ordenamiento territorial que se pretende busca fortalecer el desarrollo y reducir la desigualdad, eso no se va a lograr invirtiendo y presionando más en los únicos lugares que ya cuentan con infraestructura e inversión, se necesita justamente descubrir nuevos y promoverlos. La mayor parte de nuestras comunidades del centro y sur del estado están rodeadas de sitios arqueológicos monumentales, de lagunas, cenotes y el río Hondo; tienen elementos que pueden ser notables atractivos turísticos, de forma que las personas no se vean forzadas a ser campesinos sin agua, ser sirvientes en los polos que se desarrollen o emigrar. Puede haber recursos en los pueblos. Debemos señalarlo, fundamentarlo y trabajar en ello; somos nosotros, los quintanarroenses los que tenemos que decidir.