domingo, 12 de enero de 2020

JUAN SARABIA I

I. HISTORIA

Juan Sarabia se ubica en el municipio de Othón P. Blanco del Estado de Quintana Roo. Para llegar a la localidad, es por medio de la carretera 186 de Chetumal- Villahermosa, justamente en frente del Tecnológico de la Zona Maya se encuentra la desviación que conecta al centro de población Juan Sarabia, el cual tiene una distancia de 2.1 kilómetros. Los habitantes generalmente hacen el recorrido en automóviles, motocicletas, en combi o caminando.
Datos más específicos sobre su ubicación los proporciona María Susaana Rosales Pérez en su Tesis Doctoral (2015) al señalar que colinda al Norte con los municipios de José María Morelos y Bacalar, al sur con Belice y Guatemala, al este con el Mar Caribe, al Oeste con el Estado de Campeche y se encuentra a 20 kilómetros de la capital del Estado.

De acuerdo con datos del Directorio de Ejidos y Comunidades Agrarias, publicado en el 2014 y creado con datos del censo de 1995, el Ejido de Juan Sarabia está integrado por 56 localidades.
Sin embargo, el trabajo de campo, las entrevistas con ejidatarios, repobladores y el subdelegado, nos permitieron identificar que la población define a la localidad de Juan Sarabia como la principal del Ejido y únicamente reconocen como anexo a la comunidad de Xul-Ha. Asimismo, nos informaron que en todo el ejido existen 597 ejidatarios, de los cuales 130 viven en el poblado de Juan Sarabia.
De acuerdo con la historia que conocen varios de sus habitantes, la localidad tiene más de 80 años. Sus fundadores llegaron chicleando a la zona. Por su proximidad al agua del Rio Hondo, decidieron quedarse e instalaron el campamento “Santa Lucia”. Las primeras casas, que construyeron fueron con techo de huano y madera de tasiste, se ubicaron en donde hoy está el campo deportivo de Juan Sarabia. Los nombres de algunos de los fundadores son: Santos Pacheco, Esteban Euan, Cristino Yam, Sixto Chan y José Santiago. Sin embargo, por medio del testimonio de un fundador, el cual se localizó en el trabajo de Rosales Pérez (2015), también se sabe que la cantidad de los primeros habitantes fueron tres y que llegaron para trabajar la milpa, algunos venían de Matamoros y otros de Xac Chan.

Santa Lucia paso a ser Juan Sarabia por el cambio de Gobierno que existió en el Estado, no se encontraron datos o registros sobre el año exacto. Sin embargo, consultando a Rosales Pérez (2015) quien rescató el testimonio de Cristino Yam, se obtuvo el dato, que Juan Sarabia adquirió este nombre cuando Lázaro Cárdenas llegó a la región, lo bautizó así en honor a un compañero de la revolución. También, señala que al llegar el General Cárdenas el número de habitantes era de aproximadamente 27 personas, que provenían de distintos lugares del país y del extranjero, entre ellos de Belice y Honduras. Muchos de ellos llegaron chicleando, porque en la zona era abundante el árbol de chicozapote, del cual obtenían la resina para elaborar el chicle, todo esto ocurrió cuando Quintana Roo aún era territorio.

Es importante mencionar que Don Cristino Yam aún vive, pero no fue posible entrevistarlo porque tiene discapacidad auditiva, es una persona mayor de más 90 años que pasa la mayor parte de su tiempo descansando y sus familiares respetan esto para ayudarlo en su tranquilidad.
En sus inicios Juan Sarabia, no contaban con el servicio de agua y para poder abastecerse, caminaban hacia un “chorrito” que se ubicaba en donde hoy existe el vivero, a unos cuantos metros del Rio Hondo. También, se instaló un estanque en donde actualmente están oficinas de la delegación, resultándoles más sencillo obtener el líquido vital. En cambio, otro habitante nos dijo que se instaló una cisterna en donde hoy se encuentra la Casa Ejidal, en ella almacenaban el agua de lluvia. El delegado de esos tiempos supervisaba el aljibe, revisaba que las familias llegaran con cierto número de cubetas, para que toda la población alcanzara agua. Cuando no tenían agua almacenada en este sitio, lo que hacían era ir a una planta o arroyo, para llenar sus tambos; también cocinaban con esta agua porque les permitía “cocinar bonito”.
 



Lugar donde antes se encontraba el aljibe.
Fotografía de la Antropóloga Veronica Llerenas Trejo
(2019, Juan Sarabia)
Tampoco contaban con el servicio de electricidad, se alumbraban con candiles de velas o quinqués con petróleo. Con el pasó de los años la población aumento, de 6 hogares pasaron a ser 30; esto mismo propicio la petición de electricidad. Aunque no recuerdan los años exactos, las personas entrevistadas nos explicaron que obtuvieron luz por medio de un generador o planta eléctrica, la cual era encendida solo tres horas de 6 p.m. a 9p.m. Relataron que una persona daba el aviso gritando: ¡Hay viene la luz! Y también avisaba cuando la iban a cortar, para que la población dejara de hacer las cosas que requirieran de electricidad.
No existía la carretera, las personas se trasladaban por agua en alguno de los dos barcos que existían en el pueblo: Ix-copel y Goyito. Por ejemplo, si requerían ir a la capital del Estado el viaje era de 2 horas.  Asimismo, cada dos meses llegaba a la comunidad un barco grande, que popularmente fue conocido como: “El barco de la Salud”, porque llegaban médicos y enfermeras para vacunar a la población. Explicaron que el tema de la atención médica fue muy delicado, porque las personas fallecían por cualquier enfermedad por falta de dinero, vacunas o ignorancia por no atenderse a tiempo, pero el barco de la salud ayudaba a controlar esta situación.
El primer jefe del pueblo fue Ángel Aguilar, se desconoce el año exacto, pero fue esta persona quien se encargó de realizar la carretera principal, pero de terracería. En Juan Sarabia uno de los primeros transportes terrestres para salir del pueblo, fue un jeep de Don Cruz Requena, aunque era vehículo particular ofrecía servicios de transporte público.
Fue entre los años de 1963 y 1964, cuando existió el primer taxi del pueblo y era conducido por un hombre apodado “El bilioso”. La carretera principal fue pavimentada, durante el mandato de un gobernador tabasqueño, no recuerdan el año y el nombre. Todo esto, permitió que llegaran los primeros autobuses y combis. Actualmente, el sitio de combis del Sindicato Único de Choferes de Automóviles de Alquiler (S.U.C.H.A.A) sólo cuenta con dos vehículos que entran al pueblo en horario de 10:30 a.m., 12:30 a.m. y la combi que entra a las 2: 30 p.m. se retira del pueblo hasta las 4:30 p.m. y el pasaje tiene un costo de 29 pesos. Los taxis cobran 180 pesos para viajar de Juan Sarabia a Chetumal o viceversa. Las combis que no entran al pueblo, pero que hacen una parada en el crucero de Juan Sarabia, cobran 25 pesos, sus horarios son sumamente variados porque es área de paso de la gran mayoría de ellas, aunque se dirijan a otras comunidades.

Acerca de las actividades económicas, además del chicle también se trabajó la madera de caoba. Un señor no explicó que la comunidad contaba con un área que funcionó como botadero, los barcos tiraban la madera por el Rio Hondo, entonces lo que hacían los hombres del pueblo, era sacarla del agua, la subían a camiones y la llevaban al aserradero de la comunidad de Santa Elena. Sin embargo, esta actividad económica se vio fuertemente afectada con el impacto del huracán Janeth (1955), dejando a la comunidad como un “llano”, cuentan que todo lo que tiro el huracán se secó y se quemó, no se sabe cómo inició el incendio, pero afecto fuertemente. Poco a poco, los habitantes lograron levantarse, algunas casas se reconstruyeron con ayuda del gobierno y otras con el propio esfuerzo de la población; todos con el objetivo de seguir adelante.

En referencia al trabajo de la milpa, se dedicaban a sembrar maíz, plátano, sandia, frijol, calabaza, tomate y chile; para el propio consumo de las familias. Algunos recuerdan que la población vivía del puro campo y fue hasta el año de 1970 cuando se conoció el tractor agrícola, porque la gente en su mayoría trabajaba con el hacha y machete. Un señor de 65 años, mencionó que incluso en Juan Sarabia se llevó a cabo el trueque, es decir que intercambiaban un producto por otro, por ejemplo, el entregaba maíz para poder llevarse huevos o tener frijoles. Esta actividad se realizaba en la primera tienda de abarrotes del pueblo, la cual se ubicaba sobre la calle Venustiano Carranza, enfrente de la escuela primaria, era atendido por una señora, quien hace un par de años falleció.

Consideran que en esos tiempos la tierra era más buena, porque cosechaban lo que sembraban, no había pérdidas, todo era muy productivo. Señalan que actualmente el campesino se ha limitado, porque siembra y lo pierde, no logra cosechar; aseguran que esto ha originado que muchas personas, decidan dejar el trabajo de la milpa, porque ahora ya no les resulta fructífero. Aseguran que únicamente pueden cosechar los que tienen dinero y tractores agrícolas.

Cuando comenzó a complicarse la situación de la agricultura, lo que hizo la gente fue cruzar a Belice para el corte de la caña porque en Juan Sarabia no había. Generalmente se iban de 7 a 15 días, mandaban el dinero a sus familias, aunque era poco eso mismo les ayudaba a sostenerse.

En una perspectiva general, las personas que nos contaron sobre la historia de Juan Sarabia aseguraron que antes lo principal era la milpa, después la madera y finalmente el chicle. En referencia al banco de piedra, este existe desde hace muchos años y fue lo único que sobrevivió al impacto del huracán Janeth (1955), este último es considerado como un elemento muy importante del ejido y también como “el de la discordia”, porque genera mucho dinero y esto origina que se dispute la comisaria. Nos relataron que antiguamente las empresas que consumían el material del banco de piedra no se lo pagaban a nadie, porque no había una administración y no lo valoraban. Fue aproximadamente hace 42 años cuando los habitantes de Juan Sarabia hicieron una manifestación al gobierno del Estado y lograron llegar al acuerdo de recibir 2 pesos por cada metro de piedra. Hoy por hoy el pagó es de 25 pesos por metro de piedra y lo definen como un “negociazo” que les da importancia.

Aseveran que después de la madera y la complicación de la tierra, la situación fue muy difícil en Juan Sarabia. Los momentos más críticos fueron cuando sus habitantes únicamente en sus tres comidas consumían tortilla con manteca y sal, para beber solamente café.

En referencia a los servicios educativos, la primera escuela primaria se ubicó en donde actualmente está el desayunador escolar, sobre la calle Venustiano Carranza, era de madera y la construyeron al mismo tiempo que las instalaciones de la casa ejidal (actualmente es la biblioteca).
 
Fotografía de la Antropóloga Amayrani Jesús Ramírez Muñoz (2019, Juan Sarabia).

Enfocándonos en la biblioteca “Jorge Acevedo Marín”, esta es de madera, sus puertas y ventanas todo el tiempo están abiertas y su interior sólo hay una trozona de madera (tronco grande) y todo lo demás está vacío. Nos expusieron, que lleva así alrededor de 12 años, que antiguamente hubo máquinas de hierro y de mano, para cortar la madera. Hace 4 años se impartió un curso de elaboración de bateas en este espacio e incluso en el área del patio se observan los moldes que construyeron para poder fabricarlos. También, se puede observar una base de concreto en donde colocaban el generador de electricidad que usaron al comienzo en la población. En algún momento este espacio, se convirtió en un museo chiclero, pero no fue valorado y se lo robaron todo, algunos lograron rescatar varias cosas. Cronológicamente, este espacio comenzó siendo la casa ejidal, posteriormente el museo chiclero y finalmente una biblioteca, que funcionó por poco tiempo, porque robaron sus artículos.
 
Área de los moldes de batea y la base del generador
Fotografía de la Antropóloga Veronica Llerenas Trejo
(2019, Juan Sarabia)
Sólo existían 30 ejidatarios, quienes solían reunirse en las tardes para contar historias a los niños del pueblo. Generalmente jugaban al béisbol y la única celebración que realizaban era el de la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre y realizaban el baile de la cabeza de cochino. Pero, desde hace 15 años la celebración de esta fecha ha experimentado una decadencia. En referencia a las autoridades del pueblo, nos explicaron que en el cargo de delegados sólo 3 mujeres en la historia de Juan Sarabia lo obtuvieron, en cambio el puesto de comisario ejidal siempre ha sido desempeñado por hombres.
Por último, es importante mencionar que Juan Sarabia cuenta con 1,093 habitantes, de los cuales 538 son hombres y 555 mujeres, esto de acuerdo al censo del 2015 realizado por Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (INEGI). No obstante, Rosales Pérez (2015) nos presenta datos más recientes del año 2015, sobre un censo realizado por la médica de la comunidad, en él se tiene registrado un total de 1, 110 habitantes, de los cuáles 536 son mujeres y 574 hombres. Finalmente, puntualiza que Juan Sarabia forma parte de las políticas que el gobierno implemento para la creación de Nuevos Centros de Población Ejidal en la zona sur de Quintana Roo y se caracteriza por estar cerca del Rio Hondo. Explica que existen otros tipos de recursos naturales, los cuales en conjunto con el Rio son elementos esenciales para el desarrollo y organización de la economía y vida social; además de esto otro factor que consideró importante fue la migración de las personas de distintas partes, lo que tuvo efecto en su interacción, contribuyendo al surgimiento de la cultura ribereña por la compaginación de costumbres, valores culturales y hábitos (Rosales, 2015).

Antrop. Amayrani Jesús Muñoz Ramirez 
Antrop. Veronica Llerenas Trejo

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